Como ya sabéis los que tenéis niños cerca, las historias, los cuentos, llaman mucho la atención de los más pequeños.
Les permite vivir otras realidades ajenas o lejanas a ellos, convertirse en otras personas, viajar a otros lugares… ponerse en otros zapatos, y por tanto fomentar su empatía, y valorar la diversidad.
Otras veces esas historias nos cuentan realidades más cercanas, y los padres, profesores o acompañantes de estos niños las utilizamos para conectar con su propia realidad, y nos sirven para llegar a su mundo emocional. Así ellos pueden darle nombre, aceptarlo y vivirlo. Y esto nos ayuda a fortalecer el vínculo con ellos.
Otras veces gracias a estas historias tiramos del hilo, rompemos el hielo y comenzamos a hablar y/o a exteriorizar. Y por tanto, a comprender. Y conociendo es como los adultos les podemos ayudar.
Hoy os quiero hablar sobre las historias que cuenta la música. Los beneficios que ésta posee para llevarnos a otros mundos, o para adentrarse en el nuestro propio, son los siguientes:
1. El hecho de ser un lenguaje sin palabras. Esto la hace universal, y para todo tipo de personas: bebés dentro del vientre materno, bebés muy pequeños, niños con problemas para la comunicación, personas con bloqueos emocionales, ancianos con problemas de alzheimer…
2. La música llega directa a las emociones
3. Una misma música puede ser tantas historias como veces la escuchemos
4. Todo aquello que nos hace sentir la música es válido. Todo lo que nos haga imaginar, a todos los sitios donde nos transporte, está bien. Y puede ser totalmente diferente entre una persona y otra.
En la historia de la música hay muchas piezas musicales que ya se compusieron con un determinado fin; para describir cierto estado de ánimo, o cierto paisaje, o cierto personaje. Con esta música, llamada programática, tenemos un gran material para contar historias a nuestros hijos.
Pero también hay muchísima música escrita sin ninguna idea concreta ni preconcebida, que a unos puede sugerir una emoción, y a otros otra bien distinta, unos podemos imaginar una historia de piratas y otros pueden fantasear con abejas en su panal.
Por lo tanto, el universo de la música que cuenta historias es infinito.
En próximos posts os daré ideas de piezas musicales para que podáis usar en casa o en clase con vuestras niñas y niños.
Y vosotros, ¿contáis historias con música? Puedes compartir las piezas que escucháis en comentarios o en nuestras redes sociales con el hashtag #músicaquecuentahistorias