Pues sí, parece que fue ayer (y a veces también parece que fue hace 2 siglos), pero nuestro proyecto musical ya tiene su primer añito.
Llevaba mucho tiempo rondando mi cabeza y mi corazón, sabía que tenía que hacer algo distinto, necesitaba sacar mi lado creativo, atreverme, salir de mi zona de confort…
Cómo no… daba miedo, vértigo e inseguridad… hasta que esa llamada fue tan grande que comprendí que esos miedos son naturales y es inevitable que nos acompañen en un proceso de cambio tan grande.
Musas y Fusas nació del deseo profundo de hacer y dejar hacer música, sin miedos, sin ataduras, sin dictaduras. Acercarla a todas las personas y en ámbitos muy diferentes era nuestro objetivo, y se nos agolpaban las ideas y los proyectos.
Fue difícil poner orden a todo ello, costó tiempo, trabajo, y grandes dosis de meditación.
Ya por fin, con la llegada de mi segundo hijo, la cosa fue cogiendo forma, hasta el 9 de octubre de 2017, día en que lanzamos la web, nuestro blog y todos nuestros productos.
Este primer año ha tenido tres partes:
La primera, de punch y euforia totales. Quería contar al mundo mi gran proyecto, la ilusión de una niña con zapatos nuevos por mostrar todo lo que podíamos ofrecer.
La segunda, de bajón. Vas viendo que hay cosas que no funcionan, que no salen, que te equivocas…
La tercera, de orgullo y satisfacción. Ves que todo lo que has errado ha servido para aprender otra cosa y empoderarte más, cada vez más personas confían en ti y tienes el feedback de toda la gente que va pasando por tu proyecto.
Estoy muy orgullosa de este primer año, ya que hemos crecido gracias a un gran número de personas que nos han acompañado en el camino, y que sin las cuales, esto sería del todo imposible.
A todas las familias con bebés y con niños pequeños que han asistido a nuestros talleres de música y educación emocional, a todos los niños y niñas que nos han escogido como opción de campamento urbano en verano, a todos los adultos que se han animado a lanzarse a cantar y forman parte de nuestro CoroPop, a todos los niños que nos han elegido como extraescolar tras su horario lectivo, a todas las parejas que han apostado por nosotros para poner música en sus días especiales, a todos los espectadores que han asistido a la representación de nuestro micromusical sobre el acoso machista “Libre tú, libre yo” en diversas casas de cultura, asociaciones, bares e institutos; a todos los lectores de nuestro blog, a todos nuestros seguidores (más de 800 en total) en nuestras redes sociales…
A todos, un millón de gracias.
A Nuria por animarme y darme el empujón que necesitaba, a Amaia por la preciosa página web y solucionarme problemas en horas intempestivas, a Iñigo por ser mi chico para todo y hacerme dossieres, folletos, cargar y descargar escenografías, y lo que haga falta; a José Luis por ser mi atrezzista particular, a Alicia por llevarme el tema que más me cuesta, el contable, y explicarme ochocientas veces lo mismo hasta que me entre (más o menos) en la cabezota, a mis padres por estar siempre dispuestos a echar un cable y darme feedback (y leerse absolutamente todos los post y todo lo que hago); a todos los amigos que han soportado estoicamente mi spam en grupos de WhatsApp y los han difundido, se lo han contado a sus colegas, compañeros de trabajo, a la vecina del quinto…; a mis niños porque sin ellos no creo que me hubiera dado cuenta nunca de tantas y tantas cosas que necesitaba revisar y que me están cambiando la vida a mejor, incluido mi Musas y Fusas.
A mis compañeros, grandes profesionales y grandes personas, implicados y súper valiosos: Natxo, Izaskun, Nano, Maite… ¡Gracias!
Por muchos años más llenos de música a vuestro lado.
Qué buenísima pinta tiene este proyecto.
Enhorabuena y muchísima suerte. Me parece algo muy original.
Muchísimas gracias, María José. Un fuerte abrazo!