Hoy tenemos el placer de charlar con Antonio Oyarzabal, pianista bilbaíno afincado en Londres, y formado en Musikene y en la Guildhall School of Music and Drama. Cuenta con una amplia experiencia como pianista en prestigiosas orquestas, formaciones camerísticas y como solista. En 2017 saca a la luz su primer CD, The Inner Child.
Antonio nos cuenta la razón de su decisión de emigrar para continuar sus estudios musicales:
“En 2011 al acabar la carrera en España, no me veía con las herramientas suficientes para afrontar la carrera pianística sin continuar estudiando (a pesar de sentirme muy afortunado por la completísima formación recibida en Musikene por parte de Marta Zabaleta y Miguel Borges). Pero estudiar un master en nuestro país era algo un poco borroso, todavía gestándose. No era una opción tan apetecible ni tan clara como las que se estaban ofreciendo desde hacía tiempo en el extranjero. Por ello decidí viajar y continuar mis estudios en Londres, por razones culturales, globales, por la oferta musical y las posibilidades como artista que podía encontrar en esa ciudad. A día de hoy estoy muy contento de haber tomado esa decisión en su momento”.
Tras acabar sus estudios de Master, Oyarzabal no ha vuelto a España y continúa en la capital británica. Nos explica por qué:
“Sentía que aún quería más. Había adquirido más herramientas como pianista y como músico, pero aún tenía una ambición que todavía se despertaba más y quería continuar. Preparé un Artist Diploma durante dos años, y tras ese periodo tuve el honor de tocar con la London Philarmonic Orchestra haciendo una especie de becado, como pianista en la orquesta, oportunidades que quizás en España no hubiera tenido. Todavía no he vuelto porque aquí tengo mucha actividad concertística, mi cantera de alumnos y mis colaboraciones orquestales y camerísticas. Estoy en un muy buen momento profesional en Londres”.
Cuando hablamos sobre si volver sería factible o no, esto es lo que nos cuenta:
“Por el momento no tengo un plan real de volver. Pienso que volver es más cuestión de voluntad que de oportunidades. Al final si tu objetivo es volver, buscas la manera de una u otra forma. Pero es verdad que ahora mismo no lo veo realista para mí porque tengo mi vida tanto personal como profesional establecida aquí. A pesar de todo, las raíces llaman y tiran mucho”.
Durante la conversación con Antonio, nos explica que Londres a pesar de ser un lugar con una gran competencia, se presentan muchas oportunidades laborales como músico, muchas más que en su propio país. Se trata, sin duda, por la cultura musical en el país anglosajón:
“La música tiene un papel muy importante en el sistema educativo del Reino Unido, pero la mayor diferencia que veo con España es quizás la facilidad de recursos tanto logísticos como económicos de hasta los colegios menos adinerados. En Inglaterra, cada colegio tiene un departamento de música independiente, con su director, su vicedirector, y por supuesto sus profesores de música. Se oferta una gran variedad de posibilidades a la hora de aprender distintos instrumentos… ¡los colegios son como conservatorios españoles!
El consumo de música en vivo está más presente y normalizado en Inglaterra que en España. La música clásica tiene muchísimos adeptos y es más accesible a todos los públicos, nada elitista. Un ejemplo de esto son los lunchtime concerts, conciertos que ocurren a mediodía en numerosísimas iglesias de la ciudad, y de entrada libre a todos los públicos. La música clásica tiene un mayor hueco en la sociedad inglesa”.
Para finalizar, una última pregunta. Antonio, ¿es más fácil ser músico en el país en Inglaterra que en España?
“A día de hoy, mi respuesta es un gran sí”.
Como siempre…verdades como puños. Nuestra querida música la gran asignatura pendiente en nuestro sistema educativo. Asignatura olvidada por muchos y que tantas alegrías personales, pedagógicas y emocionales nos proporciona. Una gran lástima que talentos como mi tocayo tengan que buscarse el futuro fuera de nuestras fronteras. Enhorabuena por el y por tod@s los afortunados y valientes que dan el gran paso de formarse y de triunfar en países extranjeros. Cierto es que nadie es profeta en su tierra.
La verdad es que la carrera musical requiere muchísimo esfuerzo y sacrificio. Estando fuera de casa, obviamente, todo se hace un poco más duro.
Muchas gracias por dejar tu comentario, Antonio!
“los colegios son como conservatorios” – Bueno, no sé, pero es verdad que la damos a la asignatura la misma importancia que damos a la historia, la geografía etc..
En eso estáis a años luz…
¡Gracias por tu comentario, Paul!