Sssssshhhhhh
Todo nace del silencio. Cada reflexión, cada conversación, cada llanto, cada carcajada. Y también la música. La 5ª sinfonía de Beethoven no sería ni remotamente lo mismo sin ese silencio posterior al famoso “tatatacháááán”. El silencio existente como algo expresivo, con emoción, lleno de intención. No el silencio de esperar callado a que me toque…